Blanqueamiento dental

El blanqueamiento dental es un sistema para lograr un aclaramiento del diente sin alterar su propio color. Desde que uno nace tiene un color determinado de los dientes dada por la tonalidad del núcleo del mismo, la dentina, y que por la transparencia y capacidad de refracción de la luz por el esmalte.

El color núcleo del diente no cambia pero con el tiempo el esmalte se va manchando a causa de sustancias como el tabaco, lápiz labial, café, té, tomate, pigmentos químicos, bebidas de cola, uso de determinados medicamentos, etc.

El blanqueamiento lo que hace es quitar del esmalte todas las partículas que hacen que su color cambie a través de sustancias químicas.
 
Existen básicamente dos tipos de blanqueadores: el peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida, ambos en concentración variable.

El primero es más fuerte y eficaz, pero muchas veces produce un exceso de sensibilidad en los dientes luego de ser aplicado. Se aplica normalmente en concentraciones de 35 y 38% para realizar blanqueamientos de 1 ó 2 sesiones en la clínica. Al ser tan potente, el tratamiento debe llevarse a cabo en la clínica para controlar su efecto y evitar riesgos;
El segundo en cambio, se emplea a concentraciones entre un 2 y un 10% para un tratamiento ambulatorio, en casa.

Hacer el tratamiento en una clínica resulta más eficaz pero es menos duradero. El diente recupera la hidratación y vuelve al color original. El tratamiento ambulatorio consigue el efecto de forma más paulatina pero su efecto puede durar años. Lo mejor es combinar ambos tratamientos y repetirlo cada 2 o 3 años.

Etiquetas: dental, blanqueamiento, odontologia, ortodoncia, estetica

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